Recibir el diagnóstico de una discapacidad para un hijo o hija es un momento que cambia la vida. No solo afecta al niño, también transforma el mundo emocional de toda la familia. Es normal sentir tristeza, rabia, culpa, miedo… eso también es duelo.
💬 Y sí, es duelo aunque nuestro hijo esté vivo, porque se rompen las expectativas que teníamos sobre su desarrollo, su futuro y nuestro rol como papás o cuidadores.
¿Qué puede ayudarte a manejar este proceso?
- Permítete sentir: No minimices tus emociones. Llorar, frustrarte o sentirte confundida no te hace menos fuerte.
- Infórmate paso a paso: Entender el diagnóstico ayuda a quitarle el miedo. Hazlo a tu ritmo, sin presiones.
- Habla con otros cuidadores: Compartir experiencias te hace sentir menos sola. La Fundación Soy Salomé Nieto puede ser ese espacio para ti.
- Busca ayuda emocional: Un acompañamiento psicológico puede ayudarte a resignificar este proceso y recuperar el equilibrio.
🌱 Recuerda: tu hijo o hija no necesita una mamá perfecta, sino una mamá real que pueda sostenerse emocionalmente para sostenerlo a él o a ella.